Resulta bastante desconcertante como en España todo se complica cada vez más con todo lo relacionado con los extranjeros europeos, especialmente las herencias, cuando debería ser justo lo contrario. Al obsesivo control de la administración se une una falta total de voluntad por simplificar los procedimientos sobre todo con ciudadanos comunitarios, cuando la realidad debería ser justo lo contraria al tratarse de ciudadanos de la UE con lo que cada día debería haber menos diferencias.

Las herencias por supuesto no son excepción alguna a esta tendencia de la administración española. Al menos recientemente, la justicia Europea ha tratado de eliminar las diferencias de los extranjeros comunitarios con los españoles en cuanto al impuesto de sucesiones.

Además de lo anterior, una herencia de un extranjero en España se enfrenta a una nueva amenaza y es que ahora se les exige a los notarios que a la hora de hacer la adjudicación de herencia, se aporte el equivalente del certificado de últimas voluntades español en el país de la nacionalidad del fallecido aun en los casos en que existe testamento en España.

Lo anterior es del todo un absurdo cuando en muchos de esos países no existe un equivalente al citado documento. En España hay una clara tendencia a tratar de buscar la certeza absoluta, tratan de evitar posibles fraudes de herederos que existiendo dos testamentos, uno en España y otro en su país de origen, sea el de su país de origen posterior al español y además afecte a los bienes en España (lo normal es que cada testamento afecte solo a los bienes que hay en el país donde se realiza).

Es decir, para evitar una remota posibilidad de fraude que se dará en uno de cada 100.000 testamentos tenemos que complicar la tramitación de los 99.999 restantes. Se olvidan que en estos casos la ley permite acciones para revertir cualquier herencia realizada fraudulentamente.

Esperemos que la obligación de aportar este documento no se generalice y que se inicie una tendencia a justamente lo contrario que es facilitar este tipo de trámites cada vez más frecuentes en España.